Zapata, 2015

En 2015, mi amigo Fran me vino a visitar a México y nos fuimos a Chiapas. Paseamos todo el día, y parte de la noche, en una camioneta que manejaba Efraín. Cuya lengua materna no era el español. No me acuerdo si era el tsotsil o el lacandon, incluso, pienso que Efraín era un nombre que me invento ahora, porque su recuerdo y su manera de hablar permanecen, y él estuvo todo el día con nosotros, sobre todo al final, cuando estábamos adormilados y tomamos la ruta para volver, y fue que él que empezó a contar, a alguien con el que sentía un poco de confianza, y en voz muy baja,  muy cautelosa, muy despacio, cómo habían matado a Emiliano Zapata, cien años atrás. Lo escribí, es el arranque de la segunda parte de mi libro de ensayos, y acá va.

Chiapas, 2015.